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La flora al ritmo del año... |
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Ningún elemento caracteriza mejor la red de carreteras de Mallorca que sus
rotondas. A pesar de ser tan ominipresentes, cada una de ellas aspira a
captar la atención general. En verano, cuando la energía de la naturaleza
parece explotar, su poder de seducción es particularmente grande. Es
entonces cuando florecen con toda su magnificencia. Y la adelfa, con sus
oleadas de flores, es la reina sin corona de la rotonda: una sinfonía de
tonos rojos, blancos o color salmón. |
Así
saluda Artà a los viajeros de dirección de Palma ... |
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También Artà, con sus ejemplos bien conseguidos, sabe como presentar este
tipo de rotondas. Tanto cuando el observador entra en la ciudad, viniendo
de dirección de Palma, como cuando la abandona en dirección a Alcudia,
siempre le dan la bienvenida en los meses de verano estos alegres y
coloridos macizos, a los que Fígaro también ha dedicado alguna vez una
vuelta de honor espontánea. |
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Un acueducto como marco de la rotonda en dirección a Alcudia
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La misma reacción le ocurre cuando, después de un día de playa en Canyamel, Fígaro
hace el camino de vuelta a casa hacia Artà
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¡Qué ganas de detenerse brevemente en aquella bonita rotonda que hay justo
después de la Torre de Canyamel para disfrutar del delicado aroma a
vainilla de las flores de estos arbustos! Su aroma, a pesar de su
delicadeza, aún parece triunfar frente a los gases de escape de su coche.
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