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Caminos al mar...
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Atmósfera nocturna en
Colònia de Sant Pere |
Las
campanas de "Sant Pere" tocan a la reflexión nocturna. Una brisa
templada del mar trae el halo de calor del verano tardío sobre los
campos al pie de las montañas cercanas... |
En el
puerto han amarrado ya botes y yates. Y la gente que a esta hora se halla
en el paseo
marítimo se prepara a ojos vistas para relajarse, o,
en caso de duda, para la puesta del sol, la buena compañía y la buena mesa...
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A quien
lo quiera, la vista sobre el mar le invita a soñar. En la medida en que la
intensa luz azulada del crepúsculo hace desdibujar los contornos del "Cap
Formentor" en la lejanía, las energías ocultas que conforman este lugar se
hacen visibles: aquellas corrientes del progreso guiadas por el dinero.
Ellas fueron, en efecto, las que convirtieron aquel pequeño pueblo de
pescadores
– que un día fue fundado, con base en Artà, para la
colonización de la salvaje región en “Mont Ferrutx” –
en la tranquila
residencia con puerto deportivo actual... |
Las 70 familias
que hace algo más
de un siglo se dedicaron gracias a privilegios
fiscales a la agricultura y a la viticultura, hubieran cumplido con ello
su misión en el amplio plan de la civilización global. Se han convertido
en el ancladero de unas 500 almas de las contadas parroquias, a las que
pueden asegurar hoy con el “salvavidas” de unos 3000 residentes. Con un
final abierto, como atestigua un vistazo a las nuevas urbanizaciones “S’Estanyol”
y
"Betlem". |
No
obstante los auténticos privilegiados
siguen siendo todavía aquellos que, por las
noches, como éstas, pueden experimentar la fascinación de este lugar con
todos los sentidos, con el sentimiento y con la razón. |
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