Dejemos
que los vecinos mallorquines frunzan el ceño..., pero estos muros
florecen por naturaleza. A los ojos de Fígaro son un complemento
ideal para la tradicional cultura de las macetas en los patios
interiores. Y como muy tarde cuando se juntan para tomar unos vinos
y probar unas tapas mediterráneas, ambas partes disfrutan en el
patio de la sombra del verde colgadizo. |