Vivir en Artà - Mallorca 

 

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El embarcadero de Fígaro...
 
Una torre-refugio
Espacios de vida mediterránea
Intentos de acercamiento
Victimas de la humedad
        

    

Viaje al norte... de ida y vuelta

 

 

¡Se han decidido, al fin! Tras varios años de infructuosos intentos, los vecinos de Fígaro en el Carrer Major se han desplazado hasta Ratingen y se hallan ante la fuente Dumeklemmer, dispuestos a dejarse guiar por el hombre que en su día abandonó la ciudad para buscar un nuevo hogar en Mallorca. Ellos le ayudaron a sentirse como en su propia casa en Artà, y ahora era el momento para devolverles el gesto con una expedición por el otoñal y frío Ratingen. Para los de la soleada isla, un anhelado encuentro con el mundo norteño.

 

 

A partir de ese momento, las atractivas fachadas de la histórica plaza del mercado, los estrechos y apretados edificios, con sus techos de dos vertientes, motivarían el recuerdo de la “Plaça del Conqueridor”... al menos mientras dure su estancia. Las paradas del mercado en esta temporada no se parecen en nada a las de su hogar mallorquín: calabazas y coles en lugar de melones y tomates, salchichas y pan en lugar de jamón y aceitunas. Y algo después, durante su estancia en casa de los anfitriones, disiparán ya toda duda: ¡En Alemania también se vive bien, y por anadidura a buen precio!

 
 

Durante el paseo final hasta el edificio Cromford, primera hilandería completamente mecánica del continente, los encantos de la cultura industrial se contraponen a los de las cuevas del Cap Vermell de Artà, y la ingenuosidad del hombre al todopoderoso arquitecto que forma la naturaleza. Sea como fuere, durante la hora del café (y de su inseparable “Kuchen”) llegan a la pronta conclusión: ambos mundos merecen una visita.

En opinión de los mallorquines, Ratingen al fin y al cabo ha superado la prueba, sobre todo en cuanto hace a la belleza de su paisaje que especialmente les ha sorprendido  la densidad del césped y los altos y erguidos árboles, la refrescante temperatura y el policromo silencio del otoño...

Fígaro no puede reprimir una sonrisa al reconocer en el entusiasmo de sus amigos sus propias percepciones de la isla balear. Y no le cabe la menor duda: este viaje al norte teñirá de nuevos matices su vida en Artà.

 

 

 

 

            

          El Fígaro del Norte 

 

 

 

                                * Artà  un pueblo encantador en el nordeste de Mallorca *