El “Carrer
Major”... en febril hora punta y los juegos de sombras en los bloques de
las avenidas colindantes y en los esplendorosos bulevares del casco viejo
de Artà proporcionan a Fígaro el sentimiento, de haber encontrado su
lugar. Aquí pronto todos le saludan. Lejos de Armani y Versace,
un cordial “¡A Dèu!” es la moneda de cambio del paseo. |